Al acercarse la temporada de huracanes, científicos predicen que entre ocho y catorce huracanes pasarán por el Golfo de México donde el derrame de petróleo ha ocurrido. La trayectoria, lo que es difícil de predecir, la velocidad, y la dirección de los huracanes, entre otras cosas, determinarán el daño. Además del daño usual de los huracanes, estos pueden interrumpir los esfuerzos de limpiar el derrame y de salvar los animales contaminados y llegar el petróleo a las costas de los países cercanos. Dependiente del recorrido de los huracanes, el petróleo en el mar puede viajar a la costa este de los estados unidos o la costa de México. Si hay una ola que sea lo suficientemente grande, el petróleo penetrará la tierra y destruirá las casas, la naturaleza, y la costa. Es probable que los huracanes diseminen el derrame de petróleo y contaminen otras partes del mar y más animales indefensos. Además, las tormentas en combinación con el derrame de petróleo afectarán al viaje a las playas populares en la zona afectada. Es bueno que la compañía petrolera británica dijera tener un dispositivo para capturar el petróleo, pero yo pienso que BP necesita actuar rápidamente y instalar una barrera en caso de una ola muy alta. Científicos dicen que vientos fuertes mezclarán el mar y el petróleo y facilitar el proceso de biodegradación, pero yo pienso que las consecuencias negativas de los huracanes superan las ventajas. Es una tragedia que este derrame de petróleo ponga en peligro la naturaleza, la salvaje acuática, y la vida de la gente que vive en la costa.
Rohrer, Finlo. “El derrame y los huracanes.” BBC Mundo. Web. 3 de junio de 2010.
